Ansiedad: tips prácticos para manejarla
Señales que pueden indicar que te sientes ansioso:
- Ritmo cardíaco acelerado.
- Sudoración en las manos.
- Sensación de falta de aire.
- Dolor de cabeza constante o algún dolor crónico en el cuerpo.
- Falta de organización de los pensamientos.
- Pensamientos constantes que pueden generar desconforto emocional.
- No lograr vivir con intensidad el momento presente.
Cuando sientas que la ansiedad no es algo momentáneo y que te acompaña de forma contante o te genera un malestar emocional y físico muy intenso, es importante pedir ayuda a de un profesional.
También de forma auxiliar puedes probar hacer esos tips para aprender a lidiar con la ansiedad y el estrés:
- Encuentra un tiempo para estar tranquilo: Escucha una canción que te agrada y te hace relajar, practica yoga, hazte un masaje, meditación o alguna técnicas de relajación, siéntate a escribir y organizar las ideas y pendientes.
- Come bien: Eso significa una dieta balanceada, lo mas saludable que se pueda, no quedarse con hambre o saltar comidas, tampoco dejarse llevar por comer muchas cantidades o de cosas difíciles al cuerpo a digerir. Recuerda que el estómago también tiene neurotransmisores que ayudan a regular el estado emocional, por eso si tu estómago esta sobrecargado, también se puede afectar tu vid emocional.
- Limite el alcohol y la cafeína, sobre todo si usados como fuente de «relajación o activación”, si te das cuenta que lo haces, intenta hacer un trabajo consciente de que pensamientos o cosas te generan ansiedad y evita usar el alcohol y cafeína como reguladores porque a la larga puede salir contraproducente a tu cuerpo.
- Dormir lo suficiente. Cuando estamos bajo altos niveles de estrés y ansiedad el cuerpo necesita regularse y encontrar de dónde tomar más energía, por eso dormir bien y las horas suficientes son indispensables para la regulación organísmica.
- Haz ejercicio con frecuencia, eso te permitirá también regular energía, respirar mejor, relajar los músculos y por consecuencia sentirte mejor, además de ayudar a tu salud física.
La respiración como elemento fundamental en la ansiedad:
Aunque parezca irrelevante, no lo es. La respiración está totalmente relacionada con la activación del cuerpo y con los síntomas que se identifica la ansiedad.
Cuando estamos en estado de alerta por un peligro real o imaginario, nuestra tendencia es hiperventilar, sea por hacer respiraciones cortas y demasiado rápidas o por hacer respiraciones demasiado profundas y de tomas muy grandes de aire. En los dos casos tomamos más más oxígeno del que necesitamos y por consecuencia empiezan a aparecer sensaciones como mareo, ahogo, visión borrosa, palpitaciones, hormigueo y los conocidos síntomas de la ansiedad y también ataque de pánico.
Es importante por eso aprender a mantener la respiración contante, tomar aire suficiente pero no en demasía y con la frecuencia y velocidad adecuada. Eso disminuirá los niveles de alerta del cuerpo y sus síntomas desagradables. También esta consciencia de la respiración de forma contante favorece la relajación y la funcionalidad de la musculatura, evitando contracturas y dolores derivados de posturas inadecuadas o de falta de conciencia sobre cómo estamos respirando.
Ejercicios prácticos:
1. – Respira profundamente. Inhala y exhala lentamente.
– Cuenta hasta 10 lentamente. Repita y cuente hasta 20 si es necesario.
– Haz tu mejor esfuerzo. En lugar de aspirar a la perfección, lo cual no es posible, siéntete orgulloso de lo cerca que estés.
– Acepta que no puedes controlarlo todo. Ponga su estrés en perspectiva: ¿Es realmente tan malo como cree?
2. Mantén una actitud positiva. Haz un esfuerzo por reemplazar los pensamientos negativos por positivos.
Busca mantener la mente y manos ocupados, no con pensamientos, sino con actividades, apóyate en las personas que tienes más confianza y si no tienes una red de apoyo, intenta construir una buscando esas actividades, piensa que mucha gente esta en tu misma situación y buscando apoyo. Tu puedes ser apoyo de alguien más y que este alguien más sea tu apoyo.
3. Busca emprender qué cosas son las que desencadenan tú ansiedad ¿Son pensamientos relacionados a la familia, al trabajo, a tus responsabilidades? Si te cuenta organizar tu pensamiento y comprender, puedes escribir tus ideas y observar las que se repiten. Platica tus necesidades. Habla también con amigos o familiares cuando te sientas mal o ansioso, pídeles apoyo de la forma que puedan apoyar. Busca un médico o terapeuta para obtener ayuda profesional.
4. Manténgase saludable, haz ejercicio físico. Separe al menos 2 a 3 horas en la semana para hacer ejercicios que te ayuden a activar los músculos y sistema cardiovascular. Si llevas tiempo sin hacer ejercicio, no intentes empezar todo de una vez, sino que ve aumentando la cantidad de forma progresiva una ves que ya estés más fortalecido.
Eso poco a poco te dará más energía y permitirá que se disminuyan los niveles de estrés y ansiedad, además de que aumentará tu salud física también.
Renate Helena Ronchi Pereira
Psicóloga Humanista Gestalt